El tema ineludible con el que todo guitarrista clásico, fingerpicking y flamenco se tiene que enfrentar.
Me mordía las uñas desde que tengo memoria... mecanismo de supervivencia, represión de la agresión, mal hábito adquirido, vicio... no sé, pero no es algo agradable de hacerse a uno mismo.
Por suerte, cuando empecé a tocar flamenco no fue un problema grave dejarlo y todavía no me había destruido las cutículas.
El problema era que mis uñas eran delgadas y se rompían tan pronto llegaban a una mínima longitud, esto, y la idea errónea de que cuanto más largas llevas las uñas, más flamenco tocas, hizo que toda la experiencia fuera frustrante.
Mi primer profesor de guitarra, Zsolt, me recomendó el fortalecedor Mavala y, la verdad, el sonido era mejor ya que este tipo de productos endurecen la uña.
Lo bueno de estos productos es que se secan súper rápido, no dejan nada aparente en la superficie de las uñas y las dejan duras como el cristal, pero igual que el cristal también se vuelven frágiles.
Entonces alguien me dijo "papel higiénico y superglue" y pensé, ¡de ninguna manera! No podía imaginar a mis ídolos haciéndose las uñas así, debe haber algo para los profesionales, entonces alguien me dijo que van a los salones de belleza y se las hacen con porcelana, bueno, eso parecía asequible para ellos, pero para mí por aquel entonces...
Qué más... oh sí, incluso escuché la cosa más repugnante, que la gente se deja crecer las uñas de los pies como reservorio, ¡uf! así que seguí usando Mavala, luego, cuando me di cuenta de que una uña dura y seca suena bien, pero se rompe fácilmente, compré un aceite para cutículas para ayudar a retener la humedad y, por lo tanto, hacer que la uña sea más flexible, ¡y eso es todo! Prefiero tener uñas flexibles que quizás no suenen muy duras pero que aguanten el abuso de horas de rasgueado, arpegio y picado.
Eso, lo descubrí temprano, en aquellos días, en uno de mis primeros trabajos en el Reino Unido, todo el cuidado que tenía en limarme las uñas, ponerme aceites y demás se fue por el desagüe, literalmente, ya que mi trabajo era lavar los platos, "kitchen porter". Veinte minutos lavando cacerolas en agua jabonosa y caliente fue suficiente. Al día siguiente fui al salón de uñas y me hice las uñas acrílicas (solo en la mano derecha, sin color)
No sé, tal vez fue por el subidón que pillé oliendo esos productos a base de acetona, pero salí bastante feliz con el trabajo y me encantó cuando escuché el sonido, ¡tan brillante! ¡y podía tocar tan fuerte sin preocuparme de que se me rompieran las uñas! A partir de entonces, comencé a usar acrílico... y a tocar fuerte...
(Otros diseños que probé)
Una vez en Barcelona para una masterclass con Rafael Cañizares le mostré mis uñas y me dijo "eso es demasiado pegamento" y luego me dijo que el prefiere cuidar sus uñas naturales y tocar sin ningún tipo de esmalte o producto. También me mostró su método para los momentos en que se necesita algo de protección, como cuando se toca mucho para el baile o cuando hay una rotura. Se corta un trozo de plástico de una botella de plástico o similar, cualquier material plástico delgado similar serviría, el paquete de blíster es más delgado, las pelotas de tenis de mesa son más gruesas... luego le das un poco la forma de la uña y la pegas encima, dejando un poco de espacio en la base de la uña, luego la limas a la longitud y la forma deseadas.
(las tomas falsas tan graciosas, fuerte abrazo a Rafael, que arte!)
Sinceramente, al principio pensé que ir a un salón en Londres y hacérmelo por £10 era mucho más conveniente, así que seguí haciéndolo, aunque ya no pedía una uña súper gruesa. Entonces comencé a escuchar el sonido... lo que entonces me parecía brillante y fuerte ahora se volvió "clicky" y ruidoso, también sentí que todo ese material se interponía en mi camino para expresar y sentir, literalmente. Tuve que encontrar una solución, investigué un poco, hablé con otros guitarristas y descubrí otros puntos de vista. Compré una laca/endurecedor "Química Alemana" suplementos alimenticios para cabello y uñas con biotina, queratina o algo por el estilo, limas y pulidores para uñas, aceites, cremas...
Las uñas naturales suenan, bueno, naturales y se sienten naturales y son naturales y bueno, ya me entiendes, si alguna vez aspiré a ser un chico natural... eso es lo que quiero para mí, así que el desafío es cómo mantenerlas y cuidarlas, también aceptar lo inevitable: se romperán, y encontrar una solución consistente cuando esto suceda.
Entonces, para empezar, cómo cuido mis uñas: todos los días tengo que limarlas un poco con mi lima de cristal seguida de un pulidor de 4 caras, esto solo para mantener la forma y eliminar algún borde o rebaba que pueda estar esperando a engancharse en cualquier trozo de tela o lo que sea, luego aplico una pequeña cantidad de crema de manos, como del tamaño de un guisante, sobre las uñas y la masajeo bien, ¡y listo! bueno, omití el paso obvio de asegurarme de que estén limpias con jabón de manos y un cepillo de uñas. Siempre es bueno hacer esto después de lavar los platos, hacer jardinería y actividades similares en las que las uñas están en contacto con el agua, la suciedad o después del trabajo manual, como, no sé, cambiar las cuerdas...
La siguiente parte es cuando, incluso después de tanto cuidado, tengo que lidiar con una uña astillada, partida, rota... Adapté el método del maestro Cañizares, hago esencialmente lo mismo que el nos enseña, simplemente no me molesto en calentar el plástico, le doy forma si hace falta enrollándolo con los dedos. Lo que hago diferente es que añado una capa de pegamento más un trozo de papel de bolsita de té encima del trocito de plástico, me parece que da un mejor resultado, suaviza el salto entre la uña natural y la de pegote y quizás suene el rasgueado un poco mejor. Luego limar, darle forma y pulir.
(herramientas del gremio)
De esta manera, puedo seguir tocando hasta que la uña haya vuelto a crecer, la solución casi siempre aguanta hasta entonces y, si algo sucede, solo una pequeña gota de pegamento por debajo la mantendrá en su lugar. Este arreglo lo suelo llevar en mi dedo anular, y esto es por los golpes en la tapa armónica que nos gusta hacer en la guitarra flamenca, y estoy bastante seguro de que eso pasa en ocasiones en las que he sido descuidado o por falta de delicadeza, creo que centrarse en tocar con un buen sonido y una buena técnica junto con el cuidado constante de las uñas es la mejor manera de mantenerse alejado del pegamento y cosas así. Aparte, con la práctica constante, los pequeños traumas que sufren las uñas forzarán inevitablemente al cuerpo a reaccionar enviando más recursos allí, haciendo que las uñas crezcan más rápido y más fuertes.
Como el gran maestro Carles Benavent comentaba en una entrevista que Paco de Lucía le contaba que el flamenco se trata de controlar las emociones:
Sí ya, pero, ¿quién no ha necesitado apretar y aporrear la guitarra alguna vez?
De todos modos, espero que esto ayude a otros guitarristas en sus búsquedas.
¡Ahora lávese las manos, no se meta en problemas, manténgase hidratado!
Con cariño,
Adrián.
Comments